Un año más, y ya van 35 desde su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1989, la Romería Virxe da Barca congregó a miles de devotos en el Santuario de Nuestra Señora da Barca de Muxía.
Los romeros, llegados de todas las localidades de la Costa da Morte pero también de otros puntos de Galicia, España e incluso de numerosos países extranjeros; abarrotaron desde primera hora de la mañana el santuario muxián para asistir a las primeras liturgias, que se celebraron a las 10:00, 11:00 y 12:00 horas.
Miles de personas se acercaron también a las inmediaciones del santuario para cumplir con una de las tradiciones más arraigadas: tratar de balancear la “pedra de abalar”, pasar nueve veces bajo la “pedra dos cadrís” -a la que se le atribuyen propiedades curativas para las enfermedades de riñones y espalda-, o introducir el cráneo en la “pedra da cabeza”.
La misa solemne, que comenzó pasadas las 13:00 horas del mediodía, estuvo conducida por Don Manuel Jesús Formoso, canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela. Junto a él estuvo Don Daniel Turnes, párroco de Muxía desde mayo de este mismo año, que antes de la conclusión de la liturgia tomó la palabra para “agradecer de corazón a todas las personas que dieron lo mejor” para que su primera Barca fuera posible.
Durante la ceremonia, que contó con las espectaculares voces cantadas de la Coral Polifónica de Muxía, hubo también palabras en recuerdo de Don Manuel Piñeiro Lema, sacerdote de Muxía durante los últimos cuarenta años fallecido este mismo viernes. Tras solicitar a los fieles una oración en su memoria, el actual sacerdote de Muxía anunció que entre sus objetivos se encontraba el encintado y pintado del Santuario y la reparación del retablo mayor, “tal y como Don Manuel hubiera querido”.
Concluida la misa de campaña comenzó la emblemática procesión, en la que una multitud de devotos acompañaron a la Santísima Virxe da Barca desde el santuario hasta el puerto de Muxía. Ya en esta ubicación se produjo otro de los grandes atractivos de la jornada: la tirada de la mayor traca de bombas de toda Galicia.

A la señal del párroco, que se comunicó por teléfono con los responsables de la pirotécnica, comenzó el lanzamiento de las bombas en honor a la Virgen. Un sorprendente espectáculo pirotécnico de aproximadamente diez minutos de duración en el que se quemó una enorme traca de casi un kilómetro y medio de longitud.
Los asistentes, que disfrutaron con fervor del estruendo, corearon vivas a su patrona y, entre aplausos, la vieron partir de nuevo hacia las calles de Muxía, ya para recogerse en la iglesia parroquial. Allí descansará la imagen hasta mañana, lunes, desde dónde partirá a las 12:30 horas de la mañana para recogerse de nuevo en su santuario.

Las fiestas de la Barca continúan tras los actos religiosos con un amplio programa festivo
Tras depositar a la Virgen en la iglesia parroquial, la fiesta continuará en Muxía durante todo el día con una macro sesión vermú de la mano de las orquestas Escaparate y Alcazar y, ya por la noche, con una gran verbena que se extenderá hasta casi el amanecer con las actuaciones de Los Satélites, Escaparate, Alcazar y O tren da Unha.
Las fiestas, declaradas de Interés Turístico Nacional y que en esta edición cuentan con el apoyo de la Xunta de Galicia, concluirán mañana lunes con la procesión desde la iglesia parroquial hasta el santuario, y con una gran celebración nocturna comandada por la orquesta revelación Origen y por M-3 Show.