La Virgen de la Barca
La devoción a la Virgen de la Barca fue tan profunda que a principios del siglo XVIII se instaló en el Santuario una pequeña talla gótica de la Santa. Una de sus singularidades es la posición del Niño Jesús en su mano derecha, un detalle que la distingue de otras imágenes de la época.
Tras una restauración en el siglo XIX que modificó ligeramente su rostro, la talla original es hoy en día un tesoro custodiado con mimo. Para asegurar su integridad, se conserva a buen recaudo «bajo siete llaves». Precisamente el hecho de que se encuentre fuera del propio Santuario -salvo para ciertos oficios y festividades concretas es lo que llevó a que se salvase milagrosamente del devastador incendio de 2013.
La devoción por esta Virgen milagrera continuó a lo largo de los años llegando a un gran hito en el año 1946. Fue entonces cuando el Papa Pío XII autorizó la canonización de la Virgen de la Barca, en referencia a la aparición de la Santa al Apóstol Santiago en Muxía. Se trata este de un privilegio que pocas Vírgenes han alcanzado en España.
La imagen de la Santa avanzó conforme a los tiempos y para la Romería de 2014 se estrenó una réplica en 3D de la talla original. Fue creada con la última tecnología y actualmente preside el Santuario, salvaguardando, de este modo, la figura decimonónica.
Para facilitar el acercamiento de los miles de fieles que durante todo el año visitan el Santuario, se estrenó el pasado año un camerín para la Virgen de A Barca. Aquí se ofrece un espacio para el recogimiento más próximo a la imagen de la Santa.