Conocida como la «piedra de paso», la Pedra dos Cadrís (o de los Riñones) en Muxía envuelve su origen en misteriosos ritos paganos de fertilidad.
Con la llegada de la cristianización, esta singular roca se transformó en la representación de la vela del barco celestial que trajo a la Virgen María hasta el encuentro con el Apóstol Santiago. Y con esta metamorfosis, sus poderes ancestrales mutaron hacia la sanación.
Como su evocador nombre gallego indica, la Pedra dos Cadrís se ha convertido en un faro de esperanza para aquellos que buscan alivio a dolencias y dolores en la zona sacra y lumbar. La tradición, transmitida de generación en generación durante la Romería de la Virgen de la Barca de Muxía, prescribe un ritual sencillo pero cargado de fe: pasar por debajo de la piedra hasta nueve veces.
Es así como, durante la celebración, largas colas de romeros se congregan alrededor de la Pedra dos Cadrís, esperando su turno para completar este acto de devoción. Cada paso bajo la roca se convierte en una plegaria silenciosa, una búsqueda tangible de alivio y bienestar. La creencia arraigada es que este rito ancestral, ahora imbuido de la leyenda mariana, tiene el poder de mitigar sus dolencias.
La Pedra dos Cadrís es, por tanto, mucho más que una formación rocosa. Es un testimonio vivo de la sinergia entre las antiguas creencias y la fe cristiana, un lugar donde la tradición se palpa en cada paso y la esperanza se renueva bajo su arco pétreo.