La Romería de la Virgen de la Barca de Muxía (Galicia) cerró su última edición con un balance muy positivo. “Estamos muy satisfechos con la buena respuesta de asistencia registrada en esta edición, a pesar de las amenazas de lluvia, llegando a superar las 55.000 personas participantes en las distintas actividades de la fiesta. De hecho, en la jornada del domingo asistió más público que el año pasado”, indica Ramón Pérez Barrientos, presidente de la Asociación Cultural de la Romería de la Barca, organizadora del programa festivo.
“Las fiestas transcurrieron con total normalidad y sin incidentes de relevancia”, indica Pérez, quien también destacó la capacidad de convocatoria que este año tuvo el evento. “Periodistas de medios de comunicación internacionales se acercaron a Muxía para conocer de cerca nuestra celebración, quedando muy sorprendidos con la cantidad de gente asistente, la variedad de propuestas y los aspectos singulares como los fuegos de artificio y nuestra traca de bombas de palenque”, explica.
Los alojamientos del municipio colgaron el cartel de completo durante el fin de semana grande de la cita. En el caso concreto de los albergues, se notó una importante afluencia de peregrinos extranjeros que quisieron aprovechar su viaje para descubrir el amplio programa de actos, que combinó los oficios religiosos con las actividades culturales y de ocio. Igual de abarrotados estuvieron los restaurantes y bares de la capital muxiana durante las jornadas festivas, al igual que las carpas de pulperías y los variados puestos de comida que se distribuyeron por la zona del Malecón.
Visitantes de todo el mundo
Por su parte, el Santuario de la Barca no dejó de recibir visitantes durante la semana previa y en la propia de la Romería. “El hecho de que saliese en los medios que la piedra volvió abalar hizo crecer también el número de romeros en el templo, no solo en los días centrales, sino también durante toda la Novena. Además, la procesión nocturna de las antorchas sumó más devotos que el año pasado. Incluso este fin de semana la concurrencia fue masiva”, afirma el cura párroco del templo, Daniel Turnes, quien también destacó que “la colaboración entre instituciones favoreció que haya sido un éxito todo”.
El párroco también puso de manifiesto el incremento en el número de “peregrinos de todas las partes del mundo”. No en vano, durante la Romería de la Virgen de la Barca se dieron cita en el templo diversas nacionalidades: coreanos, taiwaneses, estadounidenses, ingleses, sudamericanos, irlandeses, franceses y, incluso, de Indonesia… Un crisol de orígenes con un mismo objetivo: descubrir esa espiritualidad y entornos únicos que hacen del Santuario de la Barca un destacado lugar de culto y visita. “El peregrino que finaliza en Muxía su Camino, busca aquí un espacio para la reflexión y para compilar todas las experiencias vividas durante su travesía… Y suele repetir”, concluye Turnes.
La convivencia entre los actos litúrgicos y lúdicos hacen del programa una combinación perfecta para atraer a todo tipo de públicos. Así, se ofrecieron durante las cuatro jornadas desde procesiones, oficios y Misa de Campaña, hasta pasacalles de charangas, bandas de música y agrupaciones folk, pasando por los espectáculos de grandes orquestas para poner el broche de oro con el concierto de la artista internacional Soraya Arnelas.
“Este año apostamos por ampliar el abanico de propuestas culturales y de ocio, sin dejar de lado aspectos más tradicionales”, concreta el presidente de la Asociación Cultural de la Romería de la Barca de Muxía. Una combinación perfecta que hace de esta celebración todo un referente no solo a nivel nacional, sino también internacional.
Amplio despliegue de efectivos
En este sentido, la gran afluencia de visitantes requirió de uno amplio dispositivo de efectivos de emergencias y seguridad. “Como en anteriores ocasiones, contamos con cerca de un ciento de voluntarios de Protección Civil de distintas partes de Galicia y también de otros puntos de España, como Madrid, Comunidad Valenciana o Extremadura”, explicó.
Además, y con el fin de velar por la salud de las personas asistentes, se contó con 3 UVIs móviles; un equipo del SAMUR de 10 profesionales, y otro especializado en Violencia de Género, de Getafe, con 4 integrantes. A estos se sumaron una veintena de efectivos de la Policía Local, así como una decena de patrullas de la Guardia Civil (Tráfico, Seprona y antidisturbios).