Los Caminos
Si hay algo inherentemente vinculado a las Romerías es el hecho de caminar hacia los lugares sagrados. El Santuario de la Virgen de la Barca de Muxía no es una excepción.
Una de las rutas con mayor historia y que marca este lugar como destino ineludible de peregrinos es el Camino de Santiago Fisterra-Muxía. La leyenda de la aparición de la Virgen al Apóstol Santiago arraiga profundamente la tradición jacobea en este destino trascendente del Fin del Camino.
Desde la Edad Media, el fervor religioso hacia el Santuario de A Barca impulsó peregrinaciones más allá de Compostela, atrayendo caminantes al Finisterrae. El singular Camino Fisterra-Muxía, invirtiendo la dirección tradicional, sigue sumando peregrinos internacionales, consolidando a Muxía como un punto culminante para quienes buscan extender su viaje espiritual y conectar con la naturaleza y la devoción mariana. En 2024, más de 2.200 peregrinos recorrieron esta ruta, reflejando su creciente atractivo global.



La intensa devoción a la Virgen de la Barca también dio origen a los históricos Caminos de la Barca, senderos ancestrales que conectaban Muxía con las principales poblaciones de la región. Estas rutas, detalladas históricamente, comprenden diversos itinerarios que testimonian la constante afluencia de romeros de la Costa da Morte y comarcas vecinas. Desde la ruta costera del norte que serpenteaba desde A Coruña, pasando por la ruta interior de la Terra de Soneira, hasta los caminos que conectaban Mazaricos, Dumbría, Cee, Corcubión y la ruta costera sur desde Fisterra (culminando en el evocador «Camino de la Piel»), estas vías de fe mantienen viva la esencia de la peregrinación a la Virgen de la Barca, profundamente arraigada en la tradición local.
La intensa devoción a la Virgen de la Barca también dio origen a los históricos Caminos de la Barca, senderos ancestrales que conectaban Muxía con las principales poblaciones de la región. Estas rutas, detalladas históricamente, comprenden diversos itinerarios que testimonian la constante afluencia de romeros de la Costa da Morte y comarcas vecinas. Desde la ruta costera del norte que serpenteaba desde A Coruña, pasando por la ruta interior de la Terra de Soneira, hasta los caminos que conectaban Mazaricos, Dumbría, Cee, Corcubión y la ruta costera sur desde Fisterra (culminando en el evocador «Camino de la Piel»), estas vías de fe mantienen viva la esencia de la peregrinación a la Virgen de la Barca, profundamente arraigada en la tradición local.


Fisterra-Muxía
Profundamente arraigada en la leyenda de la aparición de la Virgen al Apóstol Santiago, la tradición jacobea y, por consiguiente, el Camino de Santiago, encuentran en Muxía un destino trascendente. El fervor religioso que emana del Santuario de A Barca y su conexión con el discípulo de Jesús, cuyos restos reposan en la Catedral de Santiago de Compostela, impulsó ya en la Edad Media las peregrinaciones hacia estas costas del Finisterrae (Fisterra) y hacia la propia Muxía. La devoción a la Virgen de la Barca se erigió así como un poderoso imán, ofreciendo a los caminantes una nueva meta en su búsqueda espiritual.
Históricamente, los peregrinos buscaban completar su experiencia trascendente extendiendo su ruta desde Compostela hasta el extremo occidental de la Península Ibérica. Con el tiempo, este recorrido fue atrayendo a un número creciente de caminantes, una tendencia que continúa floreciendo en la actualidad.


El singular Camino Fisterra-Muxía se distingue como el único de los itinerarios jacobeos que invierte el sentido tradicional, tomando la capital gallega no como destino final, sino como punto de partida. Tal es la significación de esta ruta, concebida como una extensión natural de la vivencia jacobea tras la llegada a la Catedral, que atrae a un flujo constante de peregrinos a lo largo de todo el año. De hecho, en 2024, un total de 2.255 personas recorrieron este itinerario, un notable aumento del 27% con respecto al año anterior. De ellos, 913 eran peregrinos internacionales, representando un significativo 42% del total, lo que subraya el creciente interés global por el Santuario de A Barca.
Según las estadísticas de la Oficina del Peregrino, los diez principales países de origen de los caminantes del Camino Fisterra-Muxía son Portugal (6,74%), Italia (4,66%), Estados Unidos (3,12%), Reino Unido (2,44%), Alemania (1,76%), Holanda (1,63%), Irlanda (1,63%), Eslovaquia (1,54%), Francia (1,45%) y Puerto Rico (1,36%).
Muxía y su Santuario de la Barca se han consolidado, así como un destino imprescindible para aquellos que buscan prolongar su viaje espiritual más allá de Santiago. El Camino Fisterra-Muxía ofrece una oportunidad única para conectar con la leyenda, la naturaleza agreste de la Costa da Morte y la profunda devoción a la Virgen de la Barca.
El singular Camino Fisterra-Muxía se distingue como el único de los itinerarios jacobeos que invierte el sentido tradicional, tomando la capital gallega no como destino final, sino como punto de partida. Tal es la significación de esta ruta, concebida como una extensión natural de la vivencia jacobea tras la llegada a la Catedral, que atrae a un flujo constante de peregrinos a lo largo de todo el año. De hecho, en 2024, un total de 2.255 personas recorrieron este itinerario, un notable aumento del 27% con respecto al año anterior. De ellos, 913 eran peregrinos internacionales, representando un significativo 42% del total, lo que subraya el creciente interés global por el Santuario de A Barca.
Según las estadísticas de la Oficina del Peregrino, los diez principales países de origen de los caminantes del Camino Fisterra-Muxía son Portugal (6,74%), Italia (4,66%), Estados Unidos (3,12%), Reino Unido (2,44%), Alemania (1,76%), Holanda (1,63%), Irlanda (1,63%), Eslovaquia (1,54%), Francia (1,45%) y Puerto Rico (1,36%).
Muxía y su Santuario de la Barca se han consolidado, así como un destino imprescindible para aquellos que buscan prolongar su viaje espiritual más allá de Santiago. El Camino Fisterra-Muxía ofrece una oportunidad única para conectar con la leyenda, la naturaleza agreste de la Costa da Morte y la profunda devoción a la Virgen de la Barca.

Vía Mariana
El Santuario de la Virgen de la Barca es también el punto final de la Vía Mariana Luso-Galaica. Se trata de un itinerario, de cerca de 400 kilómetros de longitud, que parte del templo de Nosa Senhora do Sameiro, en Braga (Portugal), para ir recorriendo el norte de Portugal, cruzando la provincias de Pontevedra y de A Coruña hasta llegar a la iglesia muxiana.
El recorrido comprende el paso por un total de 10 templos marianos. Estos son: Nossa Senhora do Sameiro, Santa María de Braga, Nossa Senhora da Paz y Nossa Senhora da Peneda (en Portugal); Nuestra Señora de Franqueira, Santa María de Aguasantas y Milagros de Amil (en la provincia de Pontevedra), Nuestra Señora da Escravitude, Nuestra Señora del Portal y Nuestra Señora de la Barca (en A Coruña).


Al igual que en Camino de Santiago, la realización del recorrido y el paso por cada una de las etapas principales del mismo se debe reflejar en la credencial de la Vía Mariana Luso-Galaica. Además, tanto en el punto inicial (Oficina de Turismo de Braga) como en el final (Oficina de Turismo de Muxía) se puede recoger la Certificación Mariana. A través de ella se corrobora la realización del recorrido completo entre ambos puntos. Se entrega de modo gratuito, toda vez que haya corroborado la credencial del peregrino.
Al igual que en Camino de Santiago, la realización del recorrido y el paso por cada una de las etapas principales del mismo se debe reflejar en la credencial de la Vía Mariana Luso-Galaica. Además, tanto en el punto inicial (Oficina de Turismo de Braga) como en el final (Oficina de Turismo de Muxía) se puede recoger la Certificación Mariana. A través de ella se corrobora la realización del recorrido completo entre ambos puntos. Se entrega de modo gratuito, toda vez que haya corroborado la credencial del peregrino.

Puedes descargar aquí otros materiales informativos sobre este itinerario:
Caminos de la Barca
La profunda devoción a la Virgen de la Barca y la vibrante atmósfera de su romería dieron origen a los ancestrales Caminos de la Barca. Estas rutas, muchas de las cuales seguían los senderos que antaño conectaban Muxía con las importantes ciudades de A Coruña y Santiago, surgieron de la constante afluencia de romeros procedentes no solo de los diversos rincones de la Costa da Morte, sino también de comarcas vecinas como A Barcala o Muros-Noia.
Según detalla el historiador Xan X. Fernández Carrera en su obra «A Romaría da Barca», existen hasta seis caminos históricos que convergen en el Santuario de la Barca de Muxía, cada uno con su propia historia y encanto:


- Ruta Costera del Norte: Unía la ciudad de A Coruña con Muxía, serpenteando por las pintorescas localidades de Malpica, Ponteceso, Laxe, Ponte do Porto, Camariñas y, finalmente, Muxía.
- Ruta Soneirana: Una de las más transitadas, abrazando el corazón de la Terra de Soneira, que comprende los municipios de Vimianzo, Zas y Camariñas, donde la tradición de peregrinar a pie a la Romería de la Virgen de la Barca está profundamente arraigada.
- Ruta de Mazaricos y Dumbría: Este itinerario comparte tramos con el antiguo Camino de Santiago Fisterra-Muxía, extendiéndose incluso hasta las tierras de Negreira, Serra de Outes y la ría de Muros-Noia.
- Ruta de Cee y Corcubión: Un camino costero muy popular que bordea el litoral, especialmente en el tramo comprendido entre Muros y Cee, localidades con una fuerte tradición de peregrinaciones masivas a la Romería de la Virgen de la Barca.
- Ruta Costera del Sur: El último de los itinerarios documentados une las villas de Fisterra y Muxía, con registros de su existencia que se remontan a la Edad Media.
- El final de este camino coincide con el evocador «Camino de la Piel», un sendero con una fuente tradicional donde peregrinos y romeros se detenían para purificarse antes de llegar al Santuario. Este tramo final es el mismo que el actual Camino Muxía-Fisterra.


- Ruta Costera del Norte: Unía la ciudad de A Coruña con Muxía, serpenteando por las pintorescas localidades de Malpica, Ponteceso, Laxe, Ponte do Porto, Camariñas y, finalmente, Muxía.
- Ruta Soneirana: Una de las más transitadas, abrazando el corazón de la Terra de Soneira, que comprende los municipios de Vimianzo, Zas y Camariñas, donde la tradición de peregrinar a pie a la Romería de la Virgen de la Barca está profundamente arraigada.
- Ruta de Mazaricos y Dumbría: Este itinerario comparte tramos con el antiguo Camino de Santiago Fisterra-Muxía, extendiéndose incluso hasta las tierras de Negreira, Serra de Outes y la ría de Muros-Noia.
- Ruta de Cee y Corcubión: Un camino costero muy popular que bordea el litoral, especialmente en el tramo comprendido entre Muros y Cee, localidades con una fuerte tradición de peregrinaciones masivas a la Romería de la Virgen de la Barca.
- Ruta Costera del Sur: El último de los itinerarios documentados une las villas de Fisterra y Muxía, con registros de su existencia que se remontan a la Edad Media.
- El final de este camino coincide con el evocador «Camino de la Piel», un sendero con una fuente tradicional donde peregrinos y romeros se detenían para purificarse antes de llegar al Santuario. Este tramo final es el mismo que el actual Camino Muxía-Fisterra.
Como se evidencia, la tradición de peregrinar al Santuario de la Virgen de la Barca de Muxía tiene profundas raíces medievales. A la conexión con la tradición jacobea, ejemplificada por el Camino Fisterra-Muxía, se suman estos otros itinerarios que fueron, y aún son en menor medida, vías de fe para los habitantes de las comarcas cercanas, manteniendo un fuerte arraigo en la población local.