Entre el conjunto de piedras veneradas que rodean el Santuario de la Virgen de la Barca, emerge la Piedra de la Cabeza, un lugar que en los últimos años ha adquirido un significado especial para devotos y visitantes curiosos. Su rasgo distintivo es un hueco natural, perfectamente moldeado para acoger la cabeza humana.
Este singular atributo ha convertido a la Piedra de la Cabeza en un nuevo foco de culto, donde la fe busca alivio para todo tipo de dolencias relacionadas con esta parte del cuerpo, extendiéndose incluso a enfermedades neurológicas. La tradición, transmitida boca a boca, atribuye a este contacto directo con la piedra propiedades curativas y reconfortantes.
Aunque no forma parte de la leyenda original de la barca de la Virgen, la Piedra de la Cabeza se ha integrado en el paisaje de la devoción en Muxía, especialmente durante la Romería de la Virgen de la Barca. Los peregrinos se acercan con esperanza, buscando en el contacto con la roca un remedio para sus males y un alivio para sus dolencias. El acto de introducir la cabeza en su oquedad se convierte en una plegaria silenciosa, un gesto de entrega y confianza en las propiedades sanadoras que se le atribuyen.
La Piedra de la Cabeza es un ejemplo fascinante de cómo la fe popular puede encontrar nuevos caminos y otorgar significado a elementos naturales dentro de un espacio sagrado. Su forma peculiar y la tradición curativa que la rodea la convierten en un punto de interés único en la visita al Santuario de A Barca.
